¡Bona tarda i bona hora, Tontacos Neuróticos!
Ayer terminó Malaka, serie que ya os adelantamos que íbamos a ver este año, y aquí os traemos nuestra peculiar crítica, con los pros y los contras, y, la nota que le ponemos.
De novedad, a algo habitual. De mejor, a peor. De ganas a desganados, y un largo etc, pues esa ha sido nuestra impresión. ¡Ojo! No estamos diciendo que sea mala, solo que la cogimos con muchas ganas e ilusión, y, a lo largo que avanzaba la trama, nos íbamos desilusionando por momentos.
Sí que es verdad que tiene sus puntos buenos como la forma en la que está grabada que los planos parecen que te transporten a un documental del barrio de La Palmilla de Málaga, o, como sin apenas diálogo, con los silencios, ya nos decían mucho etc. Pero, al final ha acabado siendo algo que nos tienen acostumbrados, y es una serie policíaca, con droga de por medio y algunos asesinatos. Nada novedoso en ese aspecto.
Corrupción en MiaMálaga, sería el resumen. Pero en Málaga, como en todos los sitios de España. Policías y autoridades estatales y municipales corruptas, muertes por las drogas, peleas de barrio etc.
A ver, que obviamente, es un punto bueno que nos hablen de la corrupción que tenemos en nuestro país, con las series, pues hay, pero no tantas que la transmitan tan a fondo como Malaka, pero para de contar.
Estuvo muy bien el guiño al Ministerio del Tiempo, como así la jerga malagueña que ahora muchxs, no paramos de decir: merdellón, muerde el rollo, muerto morío o muerto matao, majarona, jopo etc. Los silencios que lo decían todo, los planos documentados, detallados, es algo que no vemos en muchas series. La trama, está bien, pero se hace pesada. Tal vez, en vez de darle tanta importancia a cómo murió la joven, se podrían haber centrado más en la vida de todos los personajes, pues por ejemplo, en Blanca, vemos en el primer capítulo (Spoiler para quienes aún no la hayan visto), cómo una vez come, lo vomita. Lo vemos también en el segundo capítulo, pero hasta ahí. Tal vez porque como luego a lo largo de los capítulos, nos cuentan por qué no tiene apenas relación con su padre, hayan querido dejarlo ahí y relacionarlo, pero está bien indagar en el porqué, ya que desgraciadamente, hoy en día, nos encontramos con personas así. Blanca, en el tercer capítulo, se medio sincera con su padre, que está en una residencia porque éste tiene demencia senil, y le cuenta que hubo un tiempo que estaba hablando con la psicóloga y que empezó a recordar cosas de su infancia que tenían que ver con él etc, pues ahí mismo, no hubiera estado de más, ver esos momentos, pues acaba yendo al psicólogo, porque dispara a un hombre que intentaba matar de un cuchillazo a una mujer, y, a raíz de eso, empezó a remover ese pasado que la tiene traumatizada. Ya que estamos viendo a personajes desgraciados, literalmente, vamos a explorar bien su vida. ¿Qué tal vez eso lo hagan en una posible segunda temporada? Pues no estaría de más, pues la vida de por ejemplo El Malo, que es un callejero que vendiendo droga, y, a su vez, llevando un bar del barrio, saca a su madre y hermanos adelante, como podemos ver en los últimos capítulos, gracias a una visita de Monzón (Alejandro Casaseca); o, profundizar en una pedazo de mujer gitana, coraje como lo es el de La Tota (Laura Baena), quién saca adelante a su familia, y, tiene ahí un amorío con una rubia más joven que ella que poco más se sabe…etc.
Tal vez los 8 capítulos, han sabido a poco en ese aspecto comentado, pero es que la trama en sí, ya no daba para más. Además, con un final inesperado para algunos, como confundible para otros, pues al acabar el capítulo, Javier Olivares, en twitter, tuvo que explicar ese final de (SPOILER ALERT) Perico, hijo de Dario y Salomé, en el reformatorio, en la cama, cerrando los ojos, y, en sueño, ver a Noelia en el mar, desnuda, mientras él va corriendo, y pasa de largo, no como en la vida real que no lo hizo, y, acabó con ella.
Vale decir que no quedó ningún cabo suelto, que se cerraron todas las tramas, la principal del asesinato de Noelia, la del origen del Oro, y, la de nuestros protagonistas y antagonistas. Aunque, sí que quedó el hecho de que en el tercer capítulo, Blanca le pone los cuernos a su novio, y, no se ve cómo se lo dice a éste, o si éste lo acaba sabiendo o no. Ésto da que pensar, que se quede la cosa ahí, y no renueven por una segunda temporada, puesto que además, el share, no ha acompañado mucho, desde los dos primeros capítulos.
Así pues, como aspectos negativos, podríamos decir la trama una serie policíaca con droga y muertes de por medio, es algo que vemos tanto en la pequeña como en la gran pantalla, y, en no profundizar más en la vida de los personajes.
Si hablamos de acting, tenemos que decir que nos fascinó, nos eclipsó el ver a un Salva Reina más comedido, que no cómico como nos tenía acostumbrados por sus personajes de Allí Abajo, o, Antes de la Quema. Nada más verle, se nos pasaba por la cabeza un «UAU, Ya era hora» porque está que se sale, y se merece que le den más de un premio por Darío; Por la parte de Maggie, si bien pasa de presa a policía, la preferimos mejor de presa, pues no da el pego como policía. No era muy creíble, que no fingida, puesto que su personaje sufre de bulimia, y, una persona que tiene ese trastorno alimenticio, no actúa como lo hace ella en la serie. Además, como poli, tiene que imponerse, decir: aquí estoy yo, y, se la ve muy menuda, con intento de mujer feminista. Decimos intento, puesto que a diferencia de La Tota que es el personaje feminista de la serie, Blanca, es demasiado femenina, además, salta a la vista. Tenemos de ejemplo en el capítulo 2, cuando está en el coche con Dario discutiendo, y se empieza a formar caravana, y le están pitando, sale de su coche enseñando la placa y diciendo: ¡¿qué?! Quitando de que eso es abuso de poder, porque el hecho de que seas policía, no te quita a que no puedes formar caravana a menos que haya un hecho fáctico que lo justifique, cualquiera que tenga más porte que ella, se la puede llevar por delante. Son pequeños detalles, que no estaría de más que si hay una segunda temporada, Maggie, tuviera una mujer policía de coach para que la enseñe.
Dicho todo lo anterior, la nota que le damos a Malaka es de ¡7!